Disfrutar de una temperatura ideal en nuestra vivienda depende de factores como la humedad, la ventilación, el aislamiento, las actividades que se realicen en el espacio, el número de personas presentes y las necesidades individuales de cada persona. No obstante, mantener un ambiente de confort óptimo no solo repercute en nuestra factura energética, sino que es una fuente de bienestar y salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la importancia de esta temperatura de confort y proporciona directrices para promover condiciones saludables en interiores. Pero esta cifra no sólo afecta a nuestro bienestar físico y emocional, también ayuda al ahorro de energía y a la disminución de emisiones contaminantes. Independientemente de la estación, contar con una temperatura adecuada en nuestros espacios habitables es fundamental para la mejora de nuestra calidad de vida.
Pero, en el caso de tener calefacción central y caldera comunitaria, ¿cómo podemos regular esta temperatura de confort en nuestros hogares? Desde ista nos gusta recordar que, además de los repartidores de costes de calefacción, se deben instalar válvulas termostáticas que son las soluciones más idóneas para gestionar el consumo de cada vivienda y lograr la temperatura de confort óptima en nuestros hogares, que nos permita ahorrar en costes, energía y reducir la contaminación.
Tanto los repartidores de costes, como las válvulas termostáticas, fomentan el uso responsable de la energía, ya permiten a los residentes ser conscientes de su consumo y ajustar la temperatura según sus necesidades.
Existe un Real Decreto que regula la contabilización de consumos individuales en las instalaciones térmicas de edificios y, particularmente, en comunidades de propietarios con sistemas de calefacción y refrigeración centralizada, que fue aprobado en agosto de 2020. Esta normativa determina que cada vivienda deberá disponer de algún tipo de regulación que le permita controlar su propio consumo. La tipología de este sistema de regulación (válvulas de radiador manuales o termostáticas, termostatos, etc.) no se define, de modo que el titular de cada vivienda puede elegir qué tipo de regulación quiere instalar.
Las válvulas termostáticas se instalan en los radiadores y nos permiten controlar la temperatura de cada habitación de forma independiente. Al ser posible ajustar la temperatura en cada espacio según su uso y preferencias, se evita el desperdicio de energía y se consigue una temperatura de confort según la función y el aforo del espacio. Estos dispositivos también contribuyen a mantener una temperatura uniforme y agradable en todo el hogar.