Te contamos cinco cosas que no sabías de este día.
1. Llevamos casi un cuarto de siglo celebrando esta fecha... y posiblemente mucho más hablando de eficiencia energética. El Día Mundial de la Eficiencia Energética nace el 5 de marzo de 1998 en la Conferencia Internacional celebrada en Austria. Allí no solo se acordó marcar esta cita en el calendario, también se debatió sobre crear estrategias para ampliar la diversificación energética a través de otras fuentes como las energías renovables y la reducción de los combustibles fósiles.
2. La definición de eficiencia energética va más allá del consumo de la energía. Cuando hablamos de eficiencia nos referimos a algo más que la sustitución de una bombilla convencional por una LED o el uso de electrodomésticos más eficaces. Consiste en sacar el máximo partido a tu inversión utilizando la menor cantidad de energía necesaria (y reduciendo tu huella ambiental), sin perder confort.
3. Un consumo eficiente de energía contribuye a cuidar el planeta, pero también mejora la calidad de vida de las personas.Acciones como aislar una vivienda, instalar sistemas que mejoren el consumo de energía (como los contadores de energía o los repartidores de costes de calefacción), priorizar el uso del transporte público o del vehículo eléctrico o apostar por un consumo de alimentos de cercanía no solo reducen nuestro impacto ambiental y optimizan el consumo de energía y recursos, también contribuyen a preservar nuestra salud y bienestar.
4. Es fundamental un cambio en nuestras costumbres:
- La temperatura en casa, no debe de ser superior a 21º en invierno y 24º en verano, ¡cada grado cuenta! Y si tu vivienda tiene calefacción central siempre puedes instalar repartidores de costes de calefacción y válvulas termostáticas que te ayudarán a conocer y controlar el consumo.
- Organiza las comidas. Haz una lista de la compra, priorizando productos de cercanía y temporada (requieren menos consumo de energía para su producción), así no desperdiciarás nada. Además, puedes establecer un día a la semana para cocinar, realizando un uso más eficiente de electrodomésticos como el horno.
- Controla el consumo de agua y revisa el estado del contador. Si tiene más de 12 años, es hora de sustituirlo por uno nuevo, así te asegurarás de conocer correctamente tu gasto.
- Apuesta por la movilidad sostenible: caminar, la bicicleta, el transporte público y el vehículo eléctrico te llevan a todas partes, contaminando mucho menos.
5. Nuestras viviendas son la clave. ¿Sabías que el parque edificado es el responsable del 40% del consumo de energía en toda Europa? Renovarlo con criterios de eficiencia energética será fundamental para mejorar el consumo y reducir la dependencia energética. Por este motivo, desde Europa se ha puesto en marcha un paquete de ayudas económicas destinado a la renovación de nuestros edificios, incentivando la realización de actuaciones que mejoren su huella ambiental.
Entre estas actuaciones está la mejora del aislamiento térmico que combinado con la instalación de equipos que permitan un mejor control del consumo energético, redundan de manera muy positiva en la mejora de la eficiencia del edificio. ¡Llega la hora de ser eficientes! No hay alternativas.